miércoles, 30 de septiembre de 2009

¡No a la privatización de la industria eléctrica!, Virginia González Melgarejo escribió este artículo.



ECONOMÍA A RETAZOS


¡No a la privatización de la industria eléctrica!


VIRGINIA GONZÁLEZ MELGAREJO
En estos días se habla de aumentos en los bienes y servicios que el Estado provee a la población, tales como gasolinas, gas y, por supuesto, la energía eléctrica, que es factor clave para el desarrollo económico y social de cualquier nación.

La historia de la electrificación del país es fascinante. En 1880 se instalaron los primeros focos en el zócalo de la ciudad de México; posteriormente, se electrificaron Guadalajara, Monterrey, Veracruz y Mérida; más tarde, se generaliza el uso de energía en el país, de tal forma que para 1911 existían ya en en la República 199 empresas productoras, pequeños monopolios regionales, la mayoría de ellos de capital extranjero. Esas empresas, con el tiempo, fueron prácticamente devoradas por la Mexican Light and Power Company Ltd., que se convirtió en el mayor monopolio del país, mientras las empresas mexicanas participaban apenas con el 2 por ciento de la producción nacional.

Las precarias condiciones en las que laboraban los trabajadores de la industria eléctrica generaron constantes conflictos entre la empresa, sus filiales y el Estado mexicano –en esa época con algunos ribetes de nacionalismo–, conflictos que en 1923 obligaron al presidente Álvaro Obregón a tratar de restringir las ganancias excesivas del monopolio, aunque sería hasta 1926 que el presidente Plutarco Elías Calles reglamentaría a la industria y obligaría a las empresas a firmar contratos de suministro con los consumidores; sin embargo, como las tarifas se mantenían excesivamente elevadas, en 1934 se crea la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con el propósito fundamental de “ofrecer a la nación generación, transmisión y distribución de energía eléctrica sin propósito de lucro y en beneficio del interés nacional”. En 1937 el propio presidente Lázaro Cárdenas le da a la CFE un carácter formal y se planea un sistema nacional de electrificación que llegaría al campo y a los pequeños pueblos y ciudades que carecían del servicio. Después, en 1949, Miguel Alemán, mediante decreto, hace de la CFE un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio.

El presidente Adolfo López Mateos, bajo la consideración de que la energía eléctrica es un servicio público estratégico que no debía ser prestado por extranjeros, el 27 de septiembre de 1960, mediante el pago de más de 200 millones de dólares, nacionaliza la industria eléctrica y modifica el artículo 27 constitucional para quedar de la siguiente manera: “Corresponde exclusivamente a la nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares, y la Nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines.” 14 años después, se adiciona a este artículo un párrafo indispensable para la instalación y operación de plantas nucleares generadoras de energía eléctrica.

Sin duda fue un largo camino para lograr que la industria se nacionalizara y con ello suspender un régimen de concesiones, pero 30 años después de su nacionalización, Carlos Salinas abre de nuevo la puerta al capital privado, otorga permisos indefinidos y permite el autoabastecimiento y la cogeneración de energía por particulares. Ernesto Zedillo pretendió reformar el 27 constitucional para permitir al capital extranjero su participación en la industria, pero, al igual que Vicente Fox, fracasó en su intento. Sin embargo, cuando Felipe Calderón fue secretario de Energía se dieron numerosos contratos a extranjeros y, dando la vuelta a la Constitución mediante tramposas redacciones al reglamento de operación, permitió al capital extranjero participar en la generación de energía al grado que, actualmente, controla alrededor de el 40 por ciento de la producción, obligando a CFE a comprar la energía a esas empresas, lo cual encarece el servicio y es, sobre todo, completamente anticonstitucional.

Es este un claro ejemplo de cómo los gobiernos neoliberales han sido serviles a los intereses económicos de los monopolios trasnacionales, sin importarles en lo más mínimo lo plasmado en la Carta Magna y, antes de aumentar o no las tarifas de luz, se deberá seguir considerando desde la generación hasta el abastecimiento de energía eléctrica un servicio público que no puede privatizarse.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Los invitamos a reflexionar y a debatir ante el siguiente artículo



¿Por qué las izquierdas luchamos contra el neoliberalismo?:

–porque el triunfo del neoliberalismo se asentó sobre la derrota de las fuerzas populares;
–porque mercantiliza los derechos conquistados por la clase trabajadora a lo largo del tiempo y de muchas luchas, convertidos ahora en “bienes” o “servicios” adquiribles en el mercado. Hoy, la salud, la educación y la seguridad social han dejado de ser componentes inalienables de los derechos ciudadanos;
–porque el medio ambiente ha sufrido un acelerado y gravísimo proceso de deterioro y mercantilización que no sólo profundiza la injusticia e inequidad de un orden económico como el capitalista, sino que deteriora la sustentabilidad de la vida misma;
–porque destruye las formas sociales más apreciadas como la solidaridad, la fraternidad y la igualdad, cambiadas por un acendrado y estéril individualismo;
–porque anula el derecho elemental de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, las discrimina y las somete a voluntades ajenas;
–porque acude al pretendido “pensamiento único” para criminalizar el pensamiento libre y disidente y hace creer a muy amplios sectores de la sociedad de que no hay otra alternativa;
–porque la sociedad mexicana construida por el neoliberalismo a lo largo de estos años, es peor que las precedentes: más dividida y más injusta y los hombres y mujeres viven bajo renovadas amenazas económicas, laborales, sociales y ecológicas;
–porque nuestro país es mucho más dependiente que antes, agobiado por una deuda externa que no cesa de crecer y por una “comunidad financiera internacional” que en la práctica lo ha despojado de su soberanía al dictar las políticas económicas dócilmente implementadas por los gobiernos neoliberales;
–porque el Estado mexicano ha sido concientemente debilitado y el país empobrecido por las políticas neoliberales a los efectos de favorecer el predominio sin contrapeso de los intereses de las grandes empresas;
–porque el imperio de las políticas “orientadas hacia el mercado” culmina en la degradación de la nación al rango de un mercado;
–porque reducir los significados, el destino y el propósito de la actividad económica es, a la luz de la ética y la teoría política, de una sordidez incalificable;
–porque estamos seguros, y eso nos revitaliza en nuestra lucha, que el neoliberalismo puede sucumbir mucho antes de lo esperado; y finalmente;
–porque estamos concientes de que la necesidad del socialismo se acentúa ante la densa oscuridad que el predominio del capitalismo arroja sobre México y porque tenemos la audacia necesaria para construir un proyecto socialista, pensado de cara al siglo XXI, que concrete la utopía de una sociedad justa y democrática donde quepamos todos.

Consejo Popular por la Refundación de las Izquierdas.
(mexico.desde.las.izquierdas.a@gmail.com)

jueves, 17 de septiembre de 2009

¡Convocamos a iniciar de inmediato el debate sobre el camino de las izquierdas!


Refundar el movimiento de las izquierdas


Las izquierdas han buscado siempre transformar las condiciones de inequidad, autoritarismo y corrupción característicos del régimen posrevolucionario mexicano. Por eso, el Estado y su partido durante décadas mantuvieron proscritas a las organizaciones de las izquierdas.

Las reformas electorales de los años 70 del siglo pasado, hicieron visibles a diversas agrupaciones de las izquierdas y abrieron la posibilidad de incrementar su influencia política. Sin embargo, el paulatino abandono del movimiento social para priorizar la participación en el proceso electoral y las condiciones impuestas a éste, auspiciaron la confrontación interna y el abandono de la acción programática en aras de un pragmatismo político que reprodujo los peores vicios del PRI: clientelismo, populismo y demagogia, entre otros, que se hicieron presentes en las prácticas partidarias, acotando cada vez más el quehacer político a las condiciones y necesidades de la contienda electoral.

El abandono de las tareas organizativas y formación política; la ausencia de una plataforma que promoviera el cambio radical de régimen político y no sólo las reformas posibles que mantienen y reproducen las estructuras autoritarias del viejo régimen, sólo trajeron el debilitamiento de las organizaciones partidarias de las izquierdas.

El alejamiento de los ciudadanos de los procesos electorales, muestra el agotamiento de un modelo de representación que los invita a ocuparse de la política únicamente en los momentos electorales y les impide participar tanto en el diseño de las políticas públicas como en la evaluación de la acción gubernamental.

Retomar las iniciativas programáticas y el debate ideológico, reconstruir las redes de acción solidaria y los programas de formación política, son el principio de un arduo camino por la transformación de las conciencias y del quehacer político de los ciudadanos que las izquierdas debemos emprender de inmediato.

Precisamos comenzar el proceso que permita la construcción de una agenda ciudadana desde las izquierdas con el fin de perfilar el sentido de los cambios que requiere el régimen político, cambios donde se vislumbre el amplio abanico de transformaciones que la sociedad mexicana demandan para las instituciones económicas, sociales, educativas y culturales del país.

¡Convocamos a iniciar de inmediato el debate sobre el camino de las izquierdas!



Consejo Popular por la refundación de las izquierdas.

Virginia González Melgarejo escribió éste artículo


199 años después...

VIRGINIA GONZÁLEZ MELGAREJO


Se cumple un aniversario más de la lucha iniciada el 16 de septiembre de 1810 por el cura Don Miguel Hidalgo y Costilla para construir un país soberano e independiente, sin esclavitud y con mejores condiciones de vida para los mexicanos. Hidalgo, sin embargo, no pudo ver coronados sus anhelos, ya que 11 meses después de iniciada su lucha fue detenido y excomulgado mediante un decreto que produce escalofrío leer (el decreto puede ser consultado en: http://usuarios.lycos.es/aime/excomunion.html) y, finalmente, fusilado en julio de 1811. Posteriormente fue decapitado, y su cabeza colgada en la Alhóndiga de Granaditas, junto con la de Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez en señal de escarmiento.


Sin embargo, la lucha no terminaría ahí, la continuaría el también cura Don José María Morelos y Pavón, quien inmediatamente toma el mando de la lucha armada. En 1813, Morelos da a conocer un documento que llamó “Los Sentimientos de la Nación”, el cual sentó las bases para la primea Constitución Política mexicana. En los “Sentimientos” Morelos dice, por vez primera, que la soberanía dimana del pueblo y habla de la moderación de la opulencia y la indigencia; también señala que la aplicación de las leyes será igual para todos sin privilegios; divide al gobierno en tres poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial; ordena la eliminación de los múltiples impuestos existentes y propone que cada individuo de sólo el 5 por ciento de sus semillas o el equivalente, de manera que el pueblo no se sienta agobiado pues con una buena administración esa contribución sería suficiente. Morelos también fue excomulgado y fusilado en 1815, en Ecatepec, estado de México. Finalmente, la lucha por conquistar la independencia concluirá en 1821 con la entrada del Ejército Trigarante a la ciudad de México.


Desde entonces, México es una nación formalmente independiente, pero con lastres que nos impiden ser la patria por la que dieron la vida Hidalgo, Morelos y muchos miles de héroes anónimos que lucharon por forjar una patria libre, tarea que nos corresponde culminar.


Muchos problemas de hace 199 años, siguen vigentes. Todavía persiste una enorme deuda con los que menos tienen; la ley no se aplica por igual; se otorgan privilegios fiscales a una minoría privilegiada y se agobia a los contribuyentes de siempre: los trabajadores; insensibles de nueva cuenta, los tecnócratas clavan sus garras a los empobrecidos contribuyentes cautivos y, a cambio, con falaces discursos dicen que los altos mandos del gobierno federal se han reducido el sueldo y se ha congelado. Claro, con un sueldo superior a los 250 mil pesos al mes a quien le importaría tener un sueldo congelado.


Los panistas prometieron eliminar la pobreza y mire usted que tal vez lo logren, pues con la ayuda priista en el Congreso podrán aprobar los nuevos impuestos y el aumento a los ya existentes lo cual, efectivamente, acabará con la pobreza en el país... pues sólo quedará miseria generalizada y una clase media... jodida, pero eso si con una treintena de familias multimillonarias. El mismo peligroso abismo entre ricos y pobres que existía antaño.


En fin, 199 años después la igualdad, la soberanía y la justicia social, siguen siendo asignaturas pendientes por cuyo cumplimiento aún siguen luchando las mujeres y los hombres libres de este país.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Francisco M. Velez Pliego escribió éste artículo



LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS EN EN EL SIGLO XXI
¿TENDRÁN FUTURO?

FRANCISCO M. VELEZ PLIEGO

En las sociedades contemporáneas uno de los ámbitos de la actividad humana que ha sido transformado substancialmente como resultado de la globalización neoliberal es el de la educación. Todos los niveles y modalidades educativas han sido objeto de una profunda revisión. Los principios y características en que se fundan los procesos de enseñanza aprendizaje y la generación de nuevos conocimientos; las formas institucionales en que se han desarrollado las actividades educativas, sus métodos pedagógicos, sus actores institucionales, sus formas de financiamiento, la función social y económica de la educación entre otros temas han sido revisados, con el objeto entre otros de adecuar esta actividad a las nuevas condiciones mundiales, no solo derivadas del avance de los saberes disciplinarios o del avance en los sistemas y tecnologías de la información y la comunicación (TIC) sino esencialmente a partir de la importancia central que juegan las innovaciones en el incremento de la productividad y de las nuevas habilidades y competencias requeridas en los diversos mercados laborales.

Esta revisión ha tenido diversos matices y características sin embargo conviene tener en mente dos procesos de negociación abiertos entre los diversos países derivados de la globalización, por un lado el que se relaciona con el sistema económico internacional establecido después de la Segunda Guerra Mundial QUE tuvo como base tres instituciones: el Fondo Monetario Internacional, encargado de velar por los asuntos monetarios; por otro, el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo o Banco Mundial encargado de fomentar las transferencias de capital hacia los países destruidos por las guerras, y, finalmente, la Organización Internacional del Comercio (OIC), que tendría la responsabilidad de velar por las relaciones comerciales internacionales. Por diversas razones, la OIC nunca llega a nacer, sin embargo como resultado de las negociaciones entre 23 países que tuvieron lugar en paralelo a las conversaciones para la creación del OIC nace el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio conocido por sus siglas en inglés como GATT, este mecanismo de regulación internacional se concibió originalmente como un tratado en materia arancelario y de comercio, ocupando el lugar de la OIC desde 1947 y hasta 1995 en que se crea la OMC sustituyendo al GATT.

El GATT como cualquier tratado fue objeto de sucesivas rondas de negociación así por ejemplo, en 1962 se firmó el Multifibre Agreement que derogaba determinadas restricciones cuantitativas en el sector textil de la aplicación de las reducciones arancelarias, en estos sectores no se aplicaron dichas reducciones arancelarias; entre 1973 y 1979 se celebró la Ronda de Tokio y, entre 1986 y 1993 se desarrolló la última denominada Ronda de Uruguay, resultando de ella la reintegración del sector agrícola y textil, introducción de nuevas disciplinas en el sector servicios y de Propiedad Intelectual, así como la creación de la OMC.

Para 1994, el acuerdo para la liberalización del comercio internacional, originalmente previsto para las mercancías, fue ampliado a los servicios, entre ellos, el de la enseñanza. Firmado en abril de ese año, el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) establece que los países pueden quedar al margen de la aplicación del mismo si el sistema de educación correspondiente es totalmente financiado y administrado por el Estado. El acuerdo prevé también que cada nación puede determinar libremente los compromisos específicos que desea contraer, particularmente puede definir qué sectores de la enseñanza se abrirían al mercado.

Para 1998, la OMC creó un grupo de trabajo e inició una ofensiva para promover una mayor liberalización de la educación. Dentro e los temas relevantes señalados por este grupo destacan el incremento acelerado del aprendizaje a distancia y la multiplicación de vínculos entre instituciones de enseñanza y empresas con especial énfasis en los mecanismos de financiamiento a actividades específicas por parte de estas ultimas. Así mismo se señala el amplio proceso de desregulación emprendido por los países particularmente europeos en especial referido al financiamiento público de la educación superior. Entre los principales obstáculos a la liberación de los servicios de enseñanza superior encontrados por el grupo de trabajo destacan las medidas que limitan la inversión directa por proveedores extranjeros y la existencia de monopolios gubernamentales y de establecimientos subsidiados por el Estado”

LA EDUCACIÓN ¿UNA MERCANCÍA O UN BIEN PÚBLICO?

La ofensiva neoliberal contra la educación pública iniciada en el GATT tuvo una primera respuesta en el documento denominado MAGNA CHARTA UNIVERSITATUM suscrita en 1988 por diversos rectores de universidades europeas que concurrieron a la celebración de los 9 siglos de existencia de la de Bolonia considerada como la más antigua del mundo. En el documento de referencia reclaman de los Estados el reconocimiento de la importancia de las universidades en el desarrollo y porvenir de la humanidad en el contexto de sociedades sujetas a profundas transformaciones, en particular reclaman el reconocimiento de las universidades como forjadoras del desarrollo cultural, científico y técnico de los pueblos, como espacios de preservación y difusión de los saberes, de formación permanente de las futuras generaciones con un profundo respeto de los grandes equilibrios del entorno natural y de la vida. En esta declaración los Rectores reafirman que la misión y vocación de la universidad se rige por los siguientes principios fundamentales:

“1. La universidad —en el seno de sociedades organizadas de forma diversa debido a las condiciones geográficas y a la influencia de la historia— es una institución autónoma que, de manera crítica, produce y transmite la cultura por medio de la investigación y de la enseñanza.

Abrirse a las necesidades del mundo contemporáneo exige disponer, para su esfuerzo docente e investigador, de una independencia moral y científica frente cualquier poder político, económico e ideológico.

2. En las universidades, la actividad docente es indisociable de la actividad investigadora, a fin de que la enseñanza sea igualmente capaz de seguir la evolución tanto de las necesidades y de las exigencias de la sociedad como de los conocimientos científicos.

3. Siendo la libertad de investigación, de enseñanza y de formación el principio básico de la vida de las universidades, tanto los poderes públicos como las universidades, cada uno de sus respectivos ámbitos de competencia, deben garantizar y promover el respeto a esta exigencia fundamental.

Con el rechazo de la intolerancia y mediante el diálogo permanente, la universidad es un lugar de encuentro privilegiado entre profesores —que disponen de la capacidad de transmitir el saber y los medios para desarrollarlo a través de la investigación y de la innovación— y estudiantes —que tienen el derecho, la voluntad y la capacidad de enriquecerse con ello.

4. La universidad, depositaria de la tradición del humanismo europeo pero con la constante preocupación de alcanzar el saber universal, ignora toda frontera geográfica o política para asumir su misión y afirma la imperiosa necesidad del conocimiento recíproco y de la interacción de las culturas.”

En este orden de ideas y nuevamente con motivo de la celebración de los 8 siglos de existencia de otra universidad europea, la Sorbona, los ministros de Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido comenzaron a delinear las bases operativas del proyecto de transformación de las instituciones universitarias de ese continente. En la declaración de la Sorbona establecieron una serie de ejes temáticos asociados a la organización académica y los sistemas de acreditación: los ciclos de aprendizaje, los sistemas de créditos y titulación, la oferta educativa entre otros se vislumbraron como compromisos internacionales de los países pertenecientes a la unión europea en construcción y como base de un proyecto social y cultural más ambicioso que postula la libre circulación de las mercancías, de los capitales y de las personas, uno de cuyas vertientes es la movilidad estudiantil y de los profesores. .

En 1999, los ministros de educación de los países integrantes de la Unión Europea producen la llamada declaración de Bolonia, precisando los compromisos esbozados en la de la Sorbona un año antes por sus pares de Francia, Italia y el Reino Unido. El también llamado Plan Bolonia para la construcción de un Espacio Europeo de Educación Superior, hoy tan controvertido, objeto de movilizaciones estudiantiles en diversos países europeos, sintetiza la convergencia de políticas y declaraciones contradictorias en el seno de la comunidad internacional; como señala Carlos Berzosa Rector de la Universidad Complutense de Madrid quien resume atinadamente las percepciones confrontadas del significado que la implantación de Bolonia tiene en España.

“Tengo que declarar que si verdaderamente Bolonia representa lo que dicen los que se manifiestan en su contra, desde luego que no cuenten conmigo en este proceso. No estoy dispuesto a contribuir a la privatización y mercantilización de la universidad pública, ni a degradar los títulos universitarios, ni a supeditar el conocimiento al interés exclusivo del mercado. Tampoco a convertir la Universidad en una escuela de formación profesional en la que predominen con exclusividad las enseñanzas basadas en las capacidades y habilidades, y a que deje de ser lo que debe ser, un lugar donde además de preparar buenos profesionales se genere y se transmita el conocimiento, un espacio de reflexión y pensamiento, de debate y de crítica, y sobre todo un lugar de investigación y de discusión acerca de los problemas y desafíos que atenazan a la humanidad, que son muchos.

Para mí Bolonia en su manifiesto fundacional; representa una oportunidad para fomentar la movilidad y la validación de títulos en un espacio europeo amplio. Además, constituye una gran oportunidad para construir una Europa del conocimiento y que la UE no sea sólo un mercado, una moneda, sino también una Europa de los ciudadanos. Las universidades podemos contribuir a que haya no sólo integración económica, sino también política y social.

Entonces, ¿por qué dicen lo que dicen sus detractores? ¿se han inventado un enemigo irreal? Creo que no, que los peligros que señalan son reales, pero también creo que no deben ser imputables a Bolonia, sino que son el resultado de las actuales tendencias sociales y de la creciente globalización dominada por el mercado, que afectan negativamente a la universidad.”

Por su parte, con el objeto de promover una profunda reforma de la educación superior en particular, la UNESCO convocó a la realización en 1998 de una Conferencia Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI: Visión y acción. Como parte de los preparativos de la Conferencia, la UNESCO publicó en 1995 su documento de orientación sobre Cambio y desarrollo en la educación superior. Ulteriormente se celebraron cinco consultas regionales: La Habana, noviembre de 1996; Dakar, abril de 1997; Tokio, julio de 1997; Palermo, septiembre de 1997 y Beirut, marzo de 1998. Del 5 al 8 de julio de 2009, la UNESCO realizó en su sede en París una segunda Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, esta vez precedida de seis conferencias regionales: Cartagena de Indias, Macao, Dakar, Nueva Delhi, Bucarest y El Cairo. La parte introductoria de la declaración resalta que:

“La enseñanza superior en tanto que bien público e imperativo estratégico para la educación en todos los niveles y en tanto que fundamento de la investigación, de la innovación y de la creatividad releva de la responsabilidad de todos los gobiernos y debe beneficiarse de su sostén económico. Como está señalado en la declaración universal de los derechos del hombre, “el acceso a los estudios superiores debe estar abierto en plena igualdad a todos en función de sus méritos” (artículo 28, parágrafo 1)

La disminución del crecimiento económico actual puede significar incrementar la asimetría en materia de acceso y de calidad entre los países desarrollados y los países en desarrollo y al interior de los países, lo que enfrentaría a aquellos países dónde el acceso es ya limitado a problemas suplementarios

En ningún momento en la historia de la humanidad no ha sido más importante invertir en la enseñanza superior en tanto que medio capital para edificar una sociedad del conocimiento inclusiva y diversificada y de promover la investigación, la innovación y la creatividad.

El decenio pasado muestra evidencias de que la enseñanza superior y la investigación contribuyen a la eliminación de la pobreza, al desarrollo duradero y a la realización de los Objetivos del desarrollo convenidos en el plano internacional, particularmente los Objetivos del Milenio para el desarrollo (OMD) y la educación para todos (EPT). El programa mundial en materia de educación deberá reflejar estas realidades.”

A pesar de la reafirmación de que la educación es un bien público y del señalamiento expreso de que los gobiernos tienen una responsabilidad ineludible en el financiamiento de la educación y la investigación la ofensiva de la OMC avanza en la definición de las condiciones de la comercialización de los servicios antes considerados responsabilidad de los estados nacionales.


MÁS ALLÁ DE LAS DECLARACIONES LA COMERCIALIZACIÓN DE LOS SABERES


¿Porqué a pesar de las declaraciones avanza el proceso privatizador de la educación? Para intentar responder a esta pregunta conviene tener en cuenta los temas estratégicos que animan estas revisiones y que no necesariamente se desprenden de la crisis de los paradigmas científicos o de las transformaciones pedagógicas en los procesos de transmisión de los saberes, como acertadamente señala María Angélica Sabatier en su trabajo sobre La Educación Superior en la OMC

“Las universidades saben que el debate académico y la investigación científica no reconocen fronteras, pero a partir de la iniciativa de la OMC saben también que están frente a un desafío de otra naturaleza. No están en cuestión la formación de redes de investigación, la movilidad docente y estudiantil y otras formas de intercambio científico y cultural siempre valorizadas por las instituciones universitarias como medios legítimos de cooperación; lo que está en juego es el destino mismo del conocimiento como patrimonio social y de la educación como bien público.

También está en juego la importancia de la investigación para la enseñanza superior y el papel que juegan las universidades en el desarrollo social y económico de los pueblos en la afirmación de las identidades culturales.

El rol del Estado, debilitado en el marco de los acuerdos internacionales, sólo puede ser reforzado por un sostenido debate proactivo de todas las cuestiones que giran en torno a una internacionalización del quehacer científico y académico al que se vincula con la comercialización globalizada de la educación y el saber.”

Tal vez por estas razones habrá que comenzar por tratar de responder cuestiones básicas ¿Educar para qué? Esta simple pregunta nos remite a un universo de objetivos y propósitos que están siendo objeto también de una profunda revisión. A lo largo del siglo XX, por ejemplo, se reconocía en la actividad educativa un espacio estratégico en la formación de ciudadanos con una identidad basada en principios forjados a la luz de la constitución de los estados nacionales, orientada también a la formación de recursos humanos para el trabajo en el contexto de las economías nacionales, sus estrategias de desarrollo, sus procesos de industrialización y urbanización, ambos ejes, identidad nacional y economías nacionales han sido pulverizadas bajo el impulso de la ideología neoliberal.

De alguna manera las declaraciones de las universidades europeas recogen este espíritu y vocación sin embargo se enfrentan a dos hechos inocultables:

1.- El peso relativo del trabajo vivo como componente esencial de los procesos de trabajo modernos se ha reducido, así mismo la importancia relativa de la masa salarial en la formación del PIB también se ha reducido como parte de la reestructuración de las relaciones entre capital y trabajo. Surgido estas políticas de una percepción vinculada al desarrollo tecnológico en las actividades económicas y en el ámbito de las comunicaciones, el incremento cuantitativo y cualitativo de la información, y a la revolución científica que ha alimentado ambas, se acreditó la idea de la posibilidad de prescindir, cada vez más, del trabajador manual y de superar las limitaciones en las relaciones entre los seres humanos impuestas por el tiempo y el espacio. La revolución tecnológica que acompañó este desarrollo, auspiciada por los microprocesadores, se complementó con su aplicación en la extensa gama de bienes de capital y de servicios relacionados con la industria, introduciendo una nueva percepción sobre las capacidades productivas de las economías nacionales, sobre el trabajo, su calificación y su valor.

Una de las características más nítidas de este proceso ha sido justamente la pérdida de importancia relativa, cultural, social y política del trabajo. Los estados nacionales se han plegado a estas circunstancias mediante políticas que buscan reducir los costos relativos del trabajo auspiciando una revisión permanente de los derechos sociales y laborales de los trabajadores. La seguridad social, los fondos de pensiones, las responsabilidades del Estado en materia económica y de desarrollo de infraestructura y equipamientos sociales, incluidos los servicios educativos, son parte de los elementos que han sido desmantelados para eliminar los llamados Estados de Bienestar y Estados Populistas. Cabe recordar que estas políticas han sido aplicadas en nombre del crecimiento económico, de la posibilidad de incrementar la riqueza, con la promesa de un mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes de las más diversas naciones en el mundo, bajo la idea de que los sacrificios de hoy garantizan el bienestar del futuro.

Las cifras sin embargo parecen contradecir estas afirmaciones. Como señalaba Alberto Bonnet en El Dinero y el Capital Dinero en la Globalización, "...ninguna prosperidad ni bienestar pueden ser asociados a la evolución del capitalismo en las pasadas tres décadas. Atendamos a las tres economías más poderosas del mundo, EEUU, Alemania y Japón. Brenner, estima que ellas tuvieron, en promedio tasas de crecimiento anual del producto de un 5.8% entre 1960 y 1973, contra 2.5% entre 1973 y 1966; tasas de crecimiento de la productividad del trabajo de 4,9% entre 1960 y 1973, contra 1.7% entre 1973 y 1996; tasas de aumento anual del salario real del 5.3% entre 1960 y 1973, contra 1,15% entre 1973 y 1996; tasas de desempleo del 2,3% entre 1960 y 1973, contra 5% entre 1973 y 1996...". La actual crisis mundial no solo pone en entredicho la afirmación de un bienestar futuro sino que demuestra la incapacidad de mercado para auto-regularse y mantener un crecimiento económico sostenido disparando considerablemente las cifras del desempleo y polarizando los indicadores de distribución de la riqueza; también muestra la creciente dependencia del capital del dinero público para garantizar la rentabilidad del sistema.

2.- La otra dimensión de este proceso se refiere a la pérdida de centralidad de lo público, como noción cultural, jurídica, social de la relación entre gobernantes y gobernados, como lugar de definición de responsabilidades del Estado y de ejercicio de derechos ciudadanos, en este sentido la revisión de los temas señalados a lo largo de este artículo no solo atañen a una visión económica del funcionamiento del capital en la globalización sino también a la dimensión ideológica, política y cultural de su funcionamiento en tanto que relación social y no puramente económica. Los bienes públicos, responsabilidad del Estado están siendo además, en este orden de ideas, objeto de procesos de comercialización, se han convertido en objetos de valorización de capitales con apoyo de los gobiernos neoliberales. En esta perspectiva la comercialización de los servicios educativos y sus temas asociados, investigación básica y aplicada, propiedad intelectual, apropiación privada de recursos ambientales, de información, entre muchos otras dimensiones implicadas en este proceso y que forman parte de un debate aún no abordado suficientemente en cuanto a sus consecuencias políticas, sociales y culturales.

martes, 15 de septiembre de 2009

Yurlen Rondón escribió éste artículo

Cómo reconocer a un Socialista

Por: Yurlen Rondón:

“1.- Es ético y moral: (…)Un ser ético y moral ejerce su capacidad de ser responsable desde los dictados de su consciencia. Es un ser que no se cosifica, que trasciende su ego y expectativas individuales para fundirse en unidad con otros. Para transformar y enriquecer la realidad que le circunda (…)

2.- Tiene consciencia de clase: Los socialistas comprenden la generalidad de intereses subyacentes entre los miembros de una clase determinada. Reconocen las diferencias abismales entre opresores y oprimidos (…)

3.- No es individualista: (…) Los individualistas, signados por la insensibilidad, manifiestan su marcada incapacidad de reflexionar en términos humanos, aceptan como justos los modelos de distribución no equitativos ni solidarios (propios del) capitalismo, fomentan la atomización y disolución de los lazos sociales. Los socialistas son todo lo contrario (…)

4.- No es egoísta: Los hombres y mujeres socialistas no sólo son anti-egoístas por convicción, sino en la práctica. No se conforman con denunciarlo sino que trabajan para transformar dicho patrón de comportamiento. (…) encauzar nuestro accionar hacia la senda del cariño, la pureza y la sencillez es un imperativo tan prioritario como las causas de la emancipación (…)

5.-No es dogmático: El dogmatismo niega la dialéctica, niega la constante variación y desarrollo del mundo. (…) El socialismo del s XXI se libera de la atadura determinista y apuesta por la razón dialéctica del mundo, su diversidad y naturaleza contradictoria.

6.- No es sectario: (…) El sectarismo obtuso e intolerante impide el acercamiento de los grupos sociales que no han tomado partido del proceso revolucionario, pero que son proclives a tales ideas. Atraer a quienes todavía manifiesten un bajo grado de consciencia es una tarea primordial (…).

7.- No es racista: El racismo es uno de los rostros más terribles y perniciosos de la sociedad capitalista. (…) Por medio del argumento racial se juzga el valor de una persona, no por su individualidad, sino por la “raza” a la que pertenece. En su nombre se han producido cruentas guerras que ocultan tras de sí intereses económicos de las clases acaudaladas (…)

8. No es consumista: La fórmula marxista “ que cada cual emplee al máximo sus capacidades y reciba según trabajo” es para el socialismo el instrumento de liberación de las personas de la enajenación consumista, del despilfarro, la adoración al dinero y el éxito fácil, la corrupción y el egoísmo no solidario. Sólo se es rico sobre el pellejo de los demás.

9.-No es autoritario: Se es autoritario cuando se pretende imponer a los demás prácticas no validadas por el colectivo. El autoritarismo desemboca en el irrespeto a los Otros, al no mostrarse conformidad con el mutuo reconocimiento de las diferencias. (…) Una cosa es el autoritarismo y otra ejercer el liderazgo con autoridad (…) El machismo es otra de las formas en que se expresa el autoritarismo. (…) El autoritarismo machista también se expresa en las formas de masculinidad usadas para describir una actitud de superioridad, represión y dominación por parte de los hombres.

10.- No trata a los demás como mercancía: El socialista (…) trata de erradicar toda reducción del individuo a la condición de objeto (…)

11- Promueve la unidad en la diversidad: (…) El punto de partida de todo proyecto de unidad se basa en la tolerancia, el respeto a la disidencia, y la aceptación de lo diverso (…).

12.- Promueve el trabajo digno: Un socialista no es explotador, ni permite que se le explote.

13.-Practica la Igualdad: El socialista no se pone por encima de otra persona para sojuzgarla. Interpreta la Igualdad como una condición humana que afecta a todos o a ninguno.(…)

Ni los héroes, ni los líderes, ni los ricos, ni los resguardos de armas del pueblo, ni los “representantes” de Dios en la tierra, ni los reyes y su corte, ni los patronos, ni los gobernantes, son superiores al resto de la sociedad.

El comportamiento de los revolucionarios en ese sentido debe ser ejemplar: no abusar del Poder, no valerse de sus posiciones de vanguardia social para macerar privilegios, no usar a los demás para su beneficio material (…)

14. Es, ante todo, un revolucionario: En esencia, un bolivariano es un revolucionario, y tal definición viene determinada no por su denominación genérica sino por su comportamiento ante la vida.

Hombres y mujeres que actúan como piensan, siempre en orientación al pueblo. Hombres y mujeres consecuentes que practican la solidaridad como un deber asumido más allá del discurso retórico o de la consigna hueca.

15.-Es justo: “sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más bonita de un revolucionario”. (Ernesto “Che” Guevara, 1965)

Era consciente el Che que ser buenos es relativamente fácil. Lo complejo, el desafío más demandante es ser justos (…) La mujer y el hombre consustanciados con la Sociedad practican la Justicia Social, pues su realización personal no se reduce a relaciones interindividuales (…)

16.- Es solidario: Los socialistas están hechos para la solidaridad, la complementariedad y la reciprocidad. Quien no es capaz de preocuparse más allá de su existencia individual, quien se crea autosuficiente, quien dice no necesitar de los otros y que los demás tampoco necesitan de él, dista mucho de ser revolucionario. (…) Los socialistas no sólo son solidarios sino que practican la fraternidad entre hermanos sin distingos ni miramientos de ningún tipo. Actúan decididos en aras del bien común; colaboran desinteresadamente con el prójimo y militan en la práctica de la protección social.

17. Es participativo: (…) Los socialistas deben convertirse en facilitadores de la participación popular (…)

18.- Está en proceso perenne de formación: (…) La educación es el pilar a través del cual se trasmiten los principios socialistas (…)

19.- Es dedicado: (…) Para el avance significativo de las fuerzas revolucionarias, la organización socialista de la sociedad demanda la dedicación activa del mayor número posible de activistas.

20. Es organizado y disciplinado: (…) La disciplina socialista no es subordinación ciega, sino acción crítica y comprometida, comprensión y asunción de responsabilidades.

21. Es responsable: (…) Ser responsable supone actuar con base a una noción de justicia y de cumplimiento del deber en todos los sentidos.

22. Es humilde: La humildad es una cualidad indispensable en todo revolucionario. Apartar la petulancia, rechazar la vanidad, el orgullo, la arrogancia, la impertinencia, y todo acto de prepotencia frente a los demás es condición indefectible de los socialistas. (…) quien vive la humildad se esfuerza por escuchar, relacionarse, compartir y aceptar a los demás, sin necesidad de hacer gala de sus virtudes.

23.- Es desprendido: (…) El socialista está dispuesto a prestar su modesta cooperación sin miramientos, sin desprecio de las masas populares, ni exageración del mérito propio.

24. Es apasionado: Lo contrario a ser indiferente es ser apasionado, vehemente; así como lo contrario de la soledad capitalista es la alegría socialista. (…) El socialista es profundamente sensible, la injusticia le conmueve y por tanto no permanece indiferente ante ésta. Vibra con los problemas de los otros y sin demoras se involucra en su resolución.

25. Es Humanista: (…)El socialista es un ser sensible que persigue la realización noble y plena de los aspectos más sublimes y positivos inmanentes a las personas. (…) Para los socialistas, el humanismo se basa en una visión histórica y social, es decir, concreta de lo humano.

26. Fomenta el internacionalismo: (…) El socialista se siente ciudadano del mundo..

27. Es crítico y autocrítico: (…) El socialista es un servidor y soldado del pueblo, por lo tanto no teme que le señalen y critiquen sus defectos. Sin distingos de los errores que sean ni de donde provengan, lo relevante es corregirlos rápidamente y a fondo, siempre que a los señalamientos e imputaciones les asista la razón.

28. Comete errores y sabe rectificar: El revolucionario es un ser humano falible (…) el temor a cometer errores no debe reprimir el espíritu emprendedor de nadie (…)

29. No es adulador: (…) El fin del “jala mecate” es tornarse imprescindible, crear un anillo alrededor de su benefactor para a la poste hacerse del control de circunstancias determinadas en pos de conseguir beneficios particulares.(…)

30. Es honesto e incorruptible: (…) La honestidad es condición fundamental para las relaciones humanas, tanto para la amistad como para la vida comunitaria (…)

31. Es amante y defensor de la Libertad: para el capitalista liberal, su libertad es expresión plena de poseer dinero. (…) sólo en el socialismo los eufemismos capitalistas dejan de ser medias verdades: la libertad de expresión, de pensamiento, de movimiento, prensa, opinión, organización y asociación, serán verdaderamente libres.

32.Es ecologista: El socialista se reconoce como parte de los problemas medioambientales del mundo (…)

33. Es sociable: (…) Para el socialista, ser sociable significa saber relacionarse y saber escuchar.

34. Lucha contra la alienación: (…) El socialista se opone a todas las formas y manifestaciones de la alienación.

35.- Practica la Libertad de creencias y de cultos

36.-Liberador y liberado de la pobreza y miseria: El revolucionario y la revolucionaria saben que tanto la pobreza como la miseria son asimetrías del capitalismo que aluden a todos por igual (…) la sociedad socialista coloca al frente de sus prioridades la lucha contra la pobreza y miseria

37.- Combate la explotación y la opresión: (…) Los socialistas tienen el deber, tanto con el pensamiento como con la acción, de luchar contra la explotación de unos por otros, contra la lógica capitalista

38.- Combate la exclusión: (…) Si bien la lucha contra la exclusión es responsabilidad suprema del Estado socialista, los revolucionarios se saben coparticipes de tal deber.

39.- Es creativo: (…) El socialista deja aflorar su propia creatividad y la de los demás en búsqueda infinita del “Inventamos o erramos” robinsoniano.(…)

40. Practica la igualdad de género: “Cualquiera que conozca la historia sabe que los grandes cambios son imposibles sin el fermento femenino” (Carlos Marx, 1868)

(….) Los socialistas se esfuerzan por desmantelar todas las instituciones materiales y simbólicas autoritarias del machismo.

41. Es un intelectual orgánico: “Todos somos filósofos” (Gramsci)

(…) El intelectual orgánico es, ante todo, una forma de la “consciencia social” opuesto al “intelectual tradicional”.


42.- No se conforma con interpretar la realidad, la transforma."

lunes, 14 de septiembre de 2009

Marcos Chávez M. escribió éste artículo

Un modelo económico con políticos genéricamente intercambiables

Marcos Chávez M

Los signos de los tiempos actuales y por venir son ominosos para 50.6 millones de mexicanos pobres y miserables, así como para otros 25 o 30 millones de las variopintas “clases medias”, a quienes se les hundió el piso o se les desplomará en los meses subsecuentes. Primero, porque el reciente ajuste ortodoxo en el gasto del Estado y los que podrían aplicarse antes de que termine el año, junto con el anunciado recorte en los subsidios y la amenaza del alza en los precios de los bienes y servicios públicos, con sus efectos inflacionarios, y los impuestos al consumo, deteriorarán aún más la capacidad de compra de las mayorías y agravarán el desempleo y los problemas de solvencia de los deudores.
Si la “política” antirrecesiva calderonista resultó un verdadero fracaso, tales medidas agudizarán la crisis y retrasarán la anhelada reactivación productiva. Ahora sólo queda prender veladoras para que se recupere la economía estadunidense y arrastre al fardo de la mexicana, ya que los calderonistas seguirán sin hacer nada serio para contrarrestar la recesión y sus costos. Después, porque las metas económicas aventuradas por los Chicago Boys de Hacienda y el banco central dejan en claro que no modificarán la estrategia neoliberal en lo que resta del desastre calderonista, por lo que el valor de la producción existente al inicio de la crisis y los empleos perdidos durante ella se recuperarán hasta 2012. Sólo nos recetarán nuevas medidas políticamente autoritarias. Finalmente, porque los priistas no harán nada por alterar las cosas que puedan revitalizar al agónico panismo y perturbar las alianzas que restablece con la oligarquía que aseguren su retorno a la Presidencia en 2012. Se presentan como la garantía de la continuidad neoliberal, de la contrarrevolución de los ricos contra los pobres.
A pesar de los desastres, los calderonistas se obstinan en mantener intocado su realismo tragicómicamente irreal. Locuaz como siempre, Calderón se afana por encontrar signos de recuperación hasta debajo de las piedras. Más cauto, Barack Obama dice que podrían pasar varios meses más para que su país salga de la recesión, aun cuando la economía cayó 1 por ciento en el segundo trimestre del año, luego de la caída de 6.4 por ciento en el anterior. Con juicio reconoce que su política anticrisis, el billonario gasto público y la flexibilidad monetaria todavía no logran revertir la recesión que ya se extiende por 19 meses consecutivos. Con su singular brutalidad, Carstens nos dice que el despeñadero de nuestra economía pudo ser más dramático de no haberse aplicado oportunamente los “exitosos” remedios “anticrisis” calderonistas. Las mayorías deben de estar brincando como enanos, de pura felicidad, porque gracias a presteza y eficacia de nuestros obcecados y rancios monetaristas de Hacienda y el Banco de México y la turba clerigalla de Los Pinos también llevamos la misma cantidad de meses desplomándonos, hundiéndonos en una recesión inflacionaria con alto desempleo y aún no llegamos al fondo del abismo donde estrellaremos la osamenta.
Gracias a sus desacreditadas y fracasadas terapias fondomonetaristas vamos entre las peores recesiones, la de 1995, cuando la economía se desplomó en 6.2 por ciento, y la de 1932, cuando lo hizo en 14.8 por ciento. Gracias a ellos, el país registrará en 2009 uno de los peores desempeños del mundo, comparable al de Estonia, Letonia, Lituania, Hungría y otras naciones cuyos neoliberales, como los nuestros, se aferraron apocalípticamente al cadáver del neoliberalismo como si fueran los ardientes clavos de Cristo. La caída del segundo trimestre, entre 10 y 12 por ciento nos regresa a la época de la gran recesión de la década de 1930. Gracias a su hábil manejo de las crisis, Carstens y Guillermo Ortiz, que pronostican un derrumbe del orden de 6.5 por ciento a 7.5 por ciento para este año, la economía apenas registrará una recatada desviación de seis u ocho veces respecto de sus objetivos originales, cuando con Felipe Calderón aún desbordaban optimismo ante la “fortaleza” del país. Y aún se quedan cortos, porque el desfondamiento podría superar el 8 por ciento, con su avasalladora estela de desempleo, pauperización, delincuencia, rencor social.
¿Qué sería del país si no se hubiera realizado tan portentoso milagro?
Sin embargo, en pleno naufragio económico y una vez concluida la fiesta del “verso y el engaño” de la “democracia” electoral, que resultó una verdadera hecatombe para el guía de la muchedumbre cristera, los neoliberales dejan en claro que no sólo no cambiarán el rumbo, sino que ya empezaron sus nuevos hachazos en contra de la población. Los votantes les cobraron las afrentas. Con su rebelión, los redujeron a una minoría en la Cámara de Diputados. Les obligarán a postrarse ante los mercenarios legisladores priistas. Acabaron con su artificial legitimidad que era tan pírrica como la actual priista. Y allanaron el camino para eyectarlos de la Presidencia en 2012. Calderón instrumenta el símil de lo que el politólogo Guillermo O’Donnell llamó “la venganza social de la oligarquía contra la Argentina plebeya”.
El neoliberalismo calderonista ha sido social y salvajemente excluyente, como De la Madrid, Salinas, Zedillo y el santurrón Fox. Entre 2006 y 2008, antes de iniciarse la hecatombe económica, el santiguado Calderón aumentó en 6 millones más a las personas arrojadas al infierno de la “pobreza de patrimonio” –como ahora se clasifica “científicamente” a los pobres y miserables damnificados por el capitalismo neoliberal–, de 44.7 millones a 50.6 millones. Si en 2006 había 14.4 millones de miserables en “pobreza alimentaria”, en 2008 los que nunca fueron invitados al banquete clerical-neoliberal calderonista pasaron a 19.5 millones. Los pobres 50 millones que fueron aceptados al banquete fueron en calidad de despojos. Para que la mitad de ellos, a cambio de 1 mil 900 pesos mensuales y sin prestaciones sociales, fueran triturados por la maquinaria económica y rindieran pingües ganancias que acrecentaron la acumulación de capital. La crisis, empero, obligó a los propios empresarios y los calderonistas a dar un manotazo más fuerte para redistribuir el menguado ingreso nacional desde los explotados a los explotadores, en aras de compensar la desfalleciente rentabilidad. Sin duda, la pauperización se amplió en 2009 y se robustecerá en 2010. Por el designio de los dioses, varios millones de pobres se convirtieron y se transformarán en miserables. Y una parte nada despreciable de sus sirvientes clasemedieros que fueron y serán arrojados por la borda para aligerar el barco de las utilidades, se sumaron y se agregarán al submundo de la pobreza.
Calderón y sus Chicago Boys se quitaron la máscara. Las mayorías serán sometidas a la renovada mano dura de la ortodoxia monetarista estabilizadora y del “mercado libre” y, si se inconforman a la garra de la manu militari. Pese a las experiencias, el ortodoxo recorte del gasto público en 85 mil millones de pesos tendrá efectos depresivos sobre la economía y atentará contra el empleo, los salarios y el bienestar social. La reducción en la obra pública y los subsidios, que no afectará la vida de jeques que se dan los calderonistas y los partidos ni tocará directamente a los empresarios, inhibirá el consumo y la inversión productiva; aumentará el desempleo y retrasará la reactivación y su ritmo. Si se aumentan los precios de los bienes y servicios públicos y los impuestos a alimentos y medicinas, abatirá el poder de compra de los que tienen ingresos fijos.
Sin el pudor de Obama, los calderonistas vuelven a pregonar a los cuatro vientos que la reactivación ya está a la vista. ¿En qué apoyan su “buena nueva”? Fundamentalmente en la supuesta gradual recuperación estadunidense en el segundo semestre de 2009, que le “sugiere” al banco central “que la economía mexicana podría empezar a registrar un cambio de tendencia a partir del tercer trimestre”, aunque luego se “cura en salud” y reconoce que “en caso de que la recesión global se prolongue, o de que las condiciones financieras en los mercados internacionales vuelvan a mostrar un deterioro significativo, el crecimiento esperado para la economía mexicana podría revisarse a la baja”, que “aún existe incertidumbre en cuanto a las consecuencias que podría tener la situación que actualmente atraviesan las principales empresas automotrices de Estados Unidos sobre los niveles de actividad de la industria automotriz mexicana” (sic), y que “una posible consecuencia de la crisis financiera que se vivió durante el ciclo actual es que el crecimiento potencial de Estados Unidos podría verse afectado, lo cual a su vez pudiese llegar a incidir en el potencial de crecimiento de México”. Es decir, nada depende de las políticas anticíclicas de Calderón, Carstens y Ortiz ni del mercado interno, el esfuerzo de los patrióticos empresarios, sino de los esfuerzos de la Casa Blanca, la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro. Aceptan su condición de cipayos. Implícitamente aceptan que las expectativas son confusas, inciertas, porque el comportamiento de las variables económicas estadunidenses aún no define una tendencia hacia la mejoría.
Plenamente ilegitimados, propondrán un paquete económico ortodoxo para 2010, centrado en la “disciplina” fiscal” y el control de la inflación. Se sugiere que el crecimiento para 2010 podría ser de 2.5 por ciento a 3.5 por ciento, tasas incapaces para volver optimista a alguien. Son reptantes. Equivalentes a un tercio de la requerida para generar los empleos que se necesitan. Aunque se lograra esa mediocre meta, la recuperación del valor del producto se alcanzará hacia mediados de 2012. El Banco de México estima que ese ritmo sólo crearía 200 o 300 mil nuevos empleos formales, contra los 635 o 735 mil que se perderían en 2009, es decir, cerca de 1 millón si se suman los esfumados en el último trimestre de 2008. Ellos se recuperarían también hasta 2012. ¿Qué sucederá con las 900 mil o 1 millón de personas que se incorporan anualmente por primera vez al mercado laboral? Nada se dice.
Si alguien se queja, allí estará la impunidad militar, la contrarreforma penal, el Estado policial, que avalan la criminalización de la protesta social, las detenciones arbitrarias, el allanamiento domiciliario, el espionaje, el atropello anticonstitucional de las constitucionalmente libertades ciudadanas. Ante la crisis y sus costos sociales, la caída de las remesas de los trabajadores migratorios que atenúan las carencias de sus familiares, la precariedad de las finanzas públicas que justificaron el recorte del gasto, los 3 mil millones de pesos que se desembolsarán con la creación de la cédula de identidad resulta digna de orates, con justa razón. Pero no en el escenario de un Estado policiaco y donde la política económica y el modelo neoliberal que sólo genera pobres, disconformes sociales y delincuentes, como única y paradójica forma de supervivencia.
Los calderonistas saben que sus políticas equivalen a ponerles los clavos a su propio ataúd. Pero la seguridad del sistema lo requiere. La elite dominante lo exige, la facha pequeña burguesía lo aplaude y los priistas los respaldan, al cabo serán sus beneficiarios.
Carlos Salinas de Gortari, de la extrema derecha priista y el fámulo de los capitales extranjeros, los organismos multilaterales y los depredadores empresarios autóctonos, impuso, con despóticos garrotazos, la fantasía de la “modernidad” neoliberal que quedó sepultada y desacreditada entre los escombros del peor colapso en 77 años, y preparó el terreno para que Zedillo entregara la administración del país a los resabios cristeros, de la reacción clerical decimonónica. Calderón ya apesta para la oligarquía y hasta para el clero católico que tanto recibió de él. Para salvar al engendro neoliberal y al Estado confesional, ya entregaron su cabeza a los priistas.
El binomio autoritarismo neoliberalismo, que se necesita para subsistir, se volvió genéricamente intercambiable para el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional, que desde Salinas se fundieron ideológica y políticamente en el PRIAN, con un solo amo: las elites dominantes. A ellas les da lo mismo quien vele por sus intereses.
La composición del Congreso será adversa para los panistas en lo que resta del sexenio. En la defensa de los intereses de las elites dominantes, de la contrarrevolución conservadora, los priistas los respaldarán. Es parte de los oscuros juegos palaciegos que asegurarían su retorno a la Presidencia. Pero en la plaza pública se desmarcarán de ellos. No se harán copartícipes del desastre; no cargarán al muerto; no harán nada que pudiera resucitar el cadáver cristero; seguirán cumpliendo el papel de “árbitro” perdonavidas, empleando la política del chantaje que tanto éxito les ha dado.
Los priistas no impulsarán las reformas democratizadoras que requiere el país. No atentarán contra el neoliberalismo socialmente excluyente, pese a que saben que ya llegó a sus límites. Les puede resultar contraproducente para las alianzas que ya tejieron con la oligarquía mexicana, en contra de las mayorías. Usarán el Estado policiaco impulsado por Calderón.
Desdichadamente, el modelo no tiene “motores” para que algún día la economía recupere su tendencia histórica de crecimiento y una eventual mejoría en el bienestar social.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Pablo de Antuñano escribió éste artículo

El XV encuentro del Foro de Sao Paulo y tres trazos de la izquierda al desnudo

Pablo de Antuñano
Rebelión


Del 20 al 23 de agosto de 2009, se verificó la décimo quinta edición del Foro de Sao Paulo en la Ciudad de México, dejándonos ver el nuevo rostro de la izquierda electoral de la región. Porque aún cuando el objeto de esta nueva cita fue analizar “las alternativas de la izquierda latinoamericana frente a la crisis capitalista”, la realidad es que todos vemos la crisis capitalista, pero pocos ven la profunda crisis por la que atraviesa la izquierda en el subcontinente. Los resolutivos, siempre emotivos y coyunturales esperados se consolidan y matizan: reunión con Barack Obama, condena al golpe en Honduras, fin al bloque hacia Cuba y no a nuevas bases militares en Colombia. Pero, ¿qué estado realmente guarda este polo ideológico?
La historia nos muestra que el curso de este espacio deliberativo ha venido transformándose en forma interesante. Con bases conceptuales profundas y ancladas en el movimiento libertario que encabezaron y abanderaron diversos actores, entre los que destacan Louverture, Hidalgo, Bolívar, Sucre, San Martín, O'Higgins, Artigas, Martí, etcétera, la izquierda se hizo, pasó por largas luchas armadas (algunas hoy vigentes), se transformó y llegó a la caída del muro de Berlín. Ya en la década de los noventa, el Foro de Sao Paulo se instala a iniciativa del Partido Comunista Cubano con el respaldo del Partido de los Trabajadores de Brasil, encontrando eco fundamentalmente en los aparatos político militares de Centro y Sudamérica y algunos partidos políticos en vías de consolidación. Como ya es del dominio público, después vino una importante oleada de victorias electorales en ciudades importantes de la región lo cual sentó las bases para esta nueva etapa de gobiernos nacionales democráticamente electos con tendencias progresistas.
Sin embargo, los países que atraviesan por estos procesos se encuentran en procesos disímbolos que aunque se les quiera ver como un fenómeno unitario, dista mucho de serlo. Lo anterior, no demerita los avances de esta línea programática, pero si nos alerta sobre los triunfalismos que conducen regularmente al fracaso, es decir: no estamos en el mejor momento de la izquierda, pero es posible estarlo.Para ello, habrá que estudiar, encorchetando solo por esta vez los casos del Caribe, para poder ver claramente tres procesos simultáneos.
En un primer trazo de izquierda, podemos ver el reformismo que gobierna en Brasil, Chile, Uruguay y ahora Paraguay, quienes según sus delegados, se encuentran en la etapa de construcción de un segundo piso de reformas políticas, económicas y sociales, toda vez que los períodos ya ejercidos no han sido suficientes para reconfigurar los mecanismos de producción, administración y distribución de la riqueza, no obstante han asegurado un avance importante en políticas de contención de la pobreza y reorganización del gasto público a favor de los sectores con menos oportunidades de desarrollo. Incluida la plataforma de gobierno del derrocado Presidente de Honduras, esta línea programática en su conjunto, se ha caracterizado por la integración de frentescuya cuidadosa y siempre endeble construcción ha movido al centro las plataformas anticapitalistas que habían dado origen al Foro de Sao Paulo. Peor aún, se han convertido en rehenes de sus alianzas por lo que cada proceso electoral suelen sufrir el chantaje programático de la derecha.
En un segundo trazo de izquierda, podemos ver el radicalismo que gobierna en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y ahora El Salvador, quienes han optado por brincarse la etapa del consenso y pese a una férrea oposición de las burguesías locales, han dado pasos irreversibles de refundación de sus Estados-Nación. La línea programática de llamar a Asambleas Constituyentes que den origen a nuevas constituciones no significa otra cosa que construcción de un nuevo pacto social basado en la lucha de clases, pero fundamentalmente de la victoria de las clases populares explotadas sobre las minorías explotadoras.Las volátiles políticas públicas de contención de la pobreza, aquí se han transformado en políticas de Estado, es decir, derechos adquiridos y permanentes que reconfiguran no solo la correlación política sino que rediseñan la cultura de producción y consumo. Pese a que esta tendencia ha sido estigmatizada de manera negativa por el carisma de sus Presidentes, lo cierto es que en el debate de programa han avanzado incluso en la proyección de nuevos organismos multinacionales cuya agenda se adecue a las necesidades e intereses de sus integrantes y no a las de la potencia dominante.
En el tercer trazo de izquierda, podemos ver el aspiracionismo postrado, en Perú, México y Colombia, en donde las agendas de seguridad y violencia han generado la prevalencia del miedo en la sociedad y el evidente aprovechamiento de una derecha enquistada en el Estado y resuelta a no permitirle el paso a ningún tipo de iniciativa que atente contra la disciplina hacia los Estados Unidos de América. Esta situación es generada sí por las permanentes campañas de desprestigio pero también, hay que decirlo, por un clima de fragmentación de las corrientes progresistas y fundamentalmente por la ausencia de formación política de sus cuadros. El caso mexicano, tal vez es el más evidente, pues no solo tenemos un partido político atomizado y alienado, sino incapaz de establecer compromisos programáticos; peor aún, es un espacio de disputa de cargos públicos que dista mucho de un instrumento mediante el cual se formule una estrategia común de lucha, sobre la base de un objetivo programático consensado y consolidado. La falta de determinación política genera que las izquierdas que no reconocen al Presidente de la República en funciones, no provocan su renuncia, y las izquierdas que si lo reconocen, no acuerdan abierta y transparentemente con el régimen. Entonces, más allá de la frivolidad del sistema político, habrá que discutir los temas de Estado o de lo contrario sucumbir ante el statu quo.
Desde Adam Smith los confesionales de derecha c onsideran al capitalismo como el estadio natural de las relaciones sociales. De hecho, este autor fundó el liberalismo económico. En su obra principal " Investigaciones Sobre La Naturaleza y Causa De La Riqueza De Las Naciones ", el laissez faire aparece como el motor del progreso económico. Ahora, este principio es violentado sólo cuando se desploma la inversión, entonces sí, los impuestos del pueblo deben salir al rescate de los bondadosos “generadores de empleos”.
Milton Friedman, p rofesor distinguido Russell Emeritus del servicio de Paul Snowden de economía en la Universidad de Chicago, donde enseñó de 1946 a 1976, y miembro del personal de la Oficina Nacional de la Investigación Económica de 1937 a 1981, en su trabajo “Libre Elegir” de 1980, r etoma la tesis de “dejar hacer, dejar pasar”.
Mismo planteamiento que es reforzado por José Marie Córdova Montoya en su panfleto “Diez lecciones de la reforma económica mexicana”, publicado en Nexos, febrero de 1990 y las mismas tesis que Carlos Salinas expone en su documento titulado “El Liberalismo Social, nuestro camino” en el LXIII aniversario del PRI, marzo de 1992.
El resultado de estas tesis, por ejemplo, en cuanto a desarrollo industrial, radica en contar con ocho flamantes sectores industriales estancados, sin actualización tecnológica, sin crecimiento, sujetos a créditos corporativos y manipulados por el Congreso Agrario Permanente, sin inversión, porque sólo se otorgan garantías a multinacionales y migajas para el productor nacional, apoyos carcomidos por la corrupción y el charrismo. Inversión extranjera que abarata la mano de obra, lo que violenta el artículo 27 constitucional, con un escandaloso ejército agroindigente de reserva y salvaguarda del monopolio en los bienes de producción. En un creciente país de servicios, el subempleo se da por encima de la media mundial, sin preparación, fuga de capitales, explotación irracional de recursos naturales, lavado de dinero, especulación, rescate de privados con recursos públicos.
Todo esto, se debe discutir en el marco de una Ley de Reconciliación y Reconstrucción Nacional que garantice la apertura de diálogo y la pacificación de los actores sociales encontrados. Por la estabilidad política, se debe poner a debate una salida del presidente cuestionado, legislar sobre la figura de jefe de oposición para que no existan Presidencias Legítimas en paralelo y llamar a nuevas elecciones sobre la base de un programa que emane de un gran acuerdo nacional, en lo político, en lo económico y en lo social. Un nuevo y pacífico pacto social.
Si las fuerzas de izquierda mexicanas no colocan en el centro dela discusión los asuntos de Estado, estaremos en 2012, nuevamente, en la vulgaridad del reparto de candidaturas.
¿Terminará esta crisis como si no hubiera pasado nada?

Juan Torres López y Alberto Garzón Espinosa
Altereconomía


Han pasado ya dos años desde que en agosto de 2007 se desatara la crisis financiera en Estados Unidos. Una crisis que de forma inmediata sacó a relucir los graves problemas por los que atravesaba no sólo la economía estadounidense sino también el resto de economías desarrolladas que en muy poco tiempo se vieron igualmente afectadas. Desde entonces, todas las economías industrializadas se han visto sumidas en recesiones más o menos profundas que han provocado importantes incrementos en los niveles de paro y en los déficits públicos, una fuerte caída en las recaudaciones de ingresos y, en algunos casos como el español, el desmoronamiento absoluto de todo un modelo de crecimiento económico.

Desde el primer día en el que emergiera esta crisis, los gobernantes y altos mandatarios de la economía mundial han dedicado sus esfuerzos a combatir las consecuencias y no las causas de la misma. Las muy mediatizadas reuniones de urgencia a las que asistieron una y otra vez, siempre con el objetivo declarado de reformar el sistema o de realizar los cambios oportunos para que otra crisis igual no volviese a tener lugar, no sirvieron sino para confirmar y consolidar las políticas que ya habían llevado a cabo desde el primer momento. Políticas que han tenido como objetivo mantener el sistema funcionando bajo las mismas reglas, y con independencia del coste social y económico asumido.

Así, en la lucha contra las consecuencias de la crisis ya en agosto de 2007 comenzaron las millonarias inyecciones de dólares y euros al sistema financiero. Se trataba de salvar de la quiebra a innumerables entidades financieras, a las que además se dio otro tipo de facilidades económicas para que, en definitiva, pudieran mantener sus negocios a salvo. En otros casos incluso los gobiernos se hicieron cargo de la totalidad de las pérdidas mediante la nacionalización de las entidades.

Sin embargo, ¿dónde están los cambios anunciados para combatir las causas de la crisis? En ninguna parte. La reforma del capitalismo, tal y como lo anunció en su día el presidente francés N. Sarkozy, ha terminado por no llegar, y las condiciones de base no han sido modificadas un ápice. El sistema económico sigue padeciendo hoy los mismos problemas que le llevaron a la crisis: desregulación financiera, descontrol absoluto de la ingeniería financiera y predominancia de la actividad financiera sobre la actividad productiva, creación ingente y desproporcionada de dinero bancario, altos niveles de desigualdad, etc.

De momento parece que los gobernantes mundiales han conseguido taponar la herida, y algunas de las economías desarrolladas están recientemente comenzando a recuperar la actividad económica. Sin embargo, la hemorragia continua y no se está haciendo nada por evitar que en algún momento la situación económica vuelva a empeorar y con mucha mayor gravedad.

En las actuales circunstancias no es la crisis lo que habrá sido temporal, sino precisamente su presunta recuperación. De hecho, la situación ahora mismo es realmente precaria e inestable. Los balances de las entidades financieras no están mostrando el verdadero estado de las mismas, y muchas están sobreviviendo gracias a las ayudas económicas que les ofrecen los gobiernos o incluso a mentiras y ocultaciones contables. A su vez, los gobiernos han incurrido en millonarios gastos que merman el estado de las arcas públicas y que tendrán que ser compensados de alguna forma. La subida de impuestos generalizada es inminente, pero mientras no se modifique la regulación actual este coste recaerá una vez más en las clases más desfavorecidas. Además, el paro y el deterioro de las condiciones laborales continua haciendo estragos en una sociedad cada vez más desigual.

Si no se toman decisiones de raiz e inmediatas, lo que equivales a decir, justas y capaces de frenar el inmenso poder y la avaricia de las clases oligárquicas, la crisis volverá con mucha mayor fuerza. Que a nadie le quepa la más pequeña duda sobre eso.

Hay que esclavizar al sistema bancario financiero para que la economía pueda estar al servicio de los seres humanos para lo cual es requisito imprescindible modificar toda la reglamentación actual. Es necesario abolir los paraísos fiscales, pero también es urgente introducir nuevas y duras normas sobre las operaciones especulativas realizadas mediante la ingeniería financiera, así como imponer también nuevos e importantes límites al privilegio de creación de dinero que tienen los bancos. De la misma forma, es necesario reformular el modelo de desarrollo económico, haciéndolo compatible con las exigencias cada vez más evidentes del medio ambiente y promoviendo una pauta de reparto mucho más equilibrada y justa para que todas las clases sociales sean igualmente beneficiarias del crecimiento económico logrado.

¿Es posible esperar estos cambios que aquí formulamos someramente? Probablemente no, y es que somos conscientes de que ningún gobernante se ha atrevido aún a denunciar claramente a los verdaderos responsables de esta situación actual. Los gobiernos quieren hacer creer que la crisis ha sido un evento accidental y que no ha tenido relación alguna con la configuración actual del sistema económico, y es por eso por lo que no han tenido la valentía de señalar a los verdaderos responsables y a sus cómplices. Estos no han sido ni los Madoff y compañía, los sujetos e instituciones que aprovechan cualquier marco legal para enriquecerse haciendo trampas, sino las entidades financieras, los bancos centrales y los gobiernos que han configurado la economía mundial como un gran escenario donde hacer trampa está permitido y premiado.

Por lo tanto, es ahora más urgente que nunca que la izquierda y los movimientos populares se reorganicen y preparen para enfrentar tiempos mucho más difíciles. Son los desfavorecidos quienes tienen la capacidad de cambiar el rumbo de esta sociedad, que si no cambia de rumbo irá directamente el desastre, y sólo pueden hacerlo sabiendo responder con contundencia y firmeza a los atrevimientos y ataques de los poderosos y sus representantes en las altas esferas políticas y económicas. De lo contrario estaremos abocados a una situación mucho más dramática para millones de personas, aquellas que nunca son tenidas en cuenta por quienes manejan el mundo económico y político.

Vale la pena intentarlo. Es más, es un imperativo moral irrenunciable para cualquier ser humano honesto y responsable.

Marcos Roitman Rosenmann escribió éste artículo

Marcas blancas, consumidores, capitalismo y crisis

Marcos Roitman Rosenmann
La Jornada


En medio de un proceso de restructuración del capitalismo, donde se multiplican el desempleo, el trabajo precario, el despido libre y la pérdida de derechos laborales, las empresas trasnacionales bogan por un consumo de marcas. Hacen defensa de lo suyo y no escatiman esfuerzos. En otros términos, tratan de inducir compras con sello. En la actualidad esta práctica se traduce en una agresiva campaña publicitaria, considerando irresponsable adquirir productos blancos. Todos los anuncios de las grandes empresas concluyen con un rotundo no producimos para otras marcas. Igualmente, han construido un relato específico: no se engañe, envases similares no garantizan calidad. Se sienten abandonados por los consumidores quienes han perdido la fidelidad una vez transcurrida la bonanza de los sectores medios, tan adicto a las modas como al consumo suntuario. Antes muerto que sencillo.
Hoy, los fabricantes de marcas consideran una competencia desleal la emergencia de productos de bajo costo. Según ellos, los ingenuos compradores se arriesgan a sufrir decepciones. Por consiguiente, son objeto de fraude. Además, optar por este tipo de consumo tiene una consecuencia nefasta: el aumento del desempleo. Si no lavan con los detergentes procedentes del futuro, desayunan con cereales para combatir el estreñimiento o meriendan con cremas de chocolate y avellanas para ser fuertes, las empresas con pedigrí se verán en la imperiosa y triste necesidad de recurrir al despido de personal. Todo tiene un precio y la irresponsabilidad, al preferir marcas blancas, conlleva profundizar la crisis y aumentar las cifras del paro. La conclusión es de Perogrullo; aporte su granito de arena. No renuncie a los consejos ni sea un mal consumidor. Evite convertirse en un pirata y un traidor. No se deje seducir por cantos de sirena. Comprar barato es una estrategia errónea y peligrosa. A la larga siempre sale caro. El ejemplo más sangrante para preservar el monopolio de las marcas con tanta explotación conseguida tiene su máxima en la actuación de las empresas farmacológicas y agroindustriales. Los grandes laboratorios se oponen al consumo de genéricos. Son cancerberos celosos de sus patentes e investigaciones. Tampoco las empresas enquistadas en el sector agrícola y alimentario se quedan atrás con su política agresiva de implantar el consumo de transgénicos. Ellos, que son los mismos que acosan y acaban con los pequeños y medianos campesinos, les obligan a consumir sus productos. Sin embargo, encolerizan cuando se cuestionan sus prácticas y se abren otras alternativas. Mutados en guardianes del mercado, no aceptan la competencia. Se consideran atacados por una plaga de ecologistas sin alma, cuyo fin pretende acabar con su existencia.
Así se presentan como honestos empresarios. Ayúdeles a sobrevivir. Gaste un poco más y obtenga en compensación el placer de olfatear olores exclusivos, paladear sabores sublimes y tener sensaciones de ensueño. No se abstenga, abra cajas con artículos 10 veces más pequeños en su interior. Practique idiomas leyendo las instrucciones en cirílico, alemán, francés o italiano. Viva la magia de envoltorios. Déjese llevar por el erotismo de las formas. Dé rienda suelta a sus emociones reprimidas cuando adquiera camisas Lacoste, sudaderas Adidas o pantalones Levi’s. Cruce la frontera, atrévase a saborear la diferencia. Siéntase deseado y admirado. Aléjese del resto de los mortales ajenos a la felicidad de vestir, comer o divertirse luciendo etiquetas de las trasnacionales comprometidas con el consumo responsable. Pero si a pesar de las recomendaciones opta por galletas, yogures, chorizos, camisas, perfumes o bolígrafos anónimos, se transforma en un canalla sin cualidades. Está condenado al fracaso y llevar una existencia gris. En definitiva, nos dicen, uno acaba siendo lo que consume. No debe conformarse con un coche cualquiera. Debe comprar un BMW, y si no paga los plazos fue feliz mientras duró, aunque le embarguen. Igualmente, no sea tacaño. Celebre el acontecimiento con champagne francés y no lo sustituya por sidra asturiana o vino espumoso. Si cae en dichas aberraciones demuestra su mediocridad.
Hasta hoy, los acólitos del capitalismo nos han dado la murga afirmando que el mercado constituye el espacio donde se despliega la libertad de elegir, base del progreso, la democracia y la acumulación de capital. Sin embargo, en medio de una crisis, cuando el principio y libertad de elegir debe primar sobre cualquier otro, su ejercicio se transforma en un obstáculo. Los consumidores apegados a sus criterios de libre elección son adjetivados de arpías, seres despreciables, sacrílegos condenados al infierno. Por esta razón, de la noche a la mañana, se elimina del manual del buen empresario la frase enseñada con tanto fervor a los empleados de sus comercios: el cliente siempre tiene razón. Ahora debe ser rechazada. Atrás queda el mercado fundamentado en los gustos del cliente. Si anteriormente los empresarios satisfacían al consumidor mediocre que prefería vino barato ofertando aguachirle a los mejores caldos, hoy es una alteración de las leyes de la oferta y la demanda. Este principio, otrora una verdad irrefutable para los gurús amantes de la economía de mercado, se considera obsoleto. Ahora son intervencionistas.
Por último, es curiosa la escasa o nula congruencia entre teoría y práctica de una economía de mercado. Primero se predica la libertad de elegir, y cuando se ejerce se penaliza a sus ingenuos ejecutores. Esta paradoja, inherente al capitalismo, no tiene solución dentro de sus entrañas, de lo contrario no sería una paradoja. Se vive en un mundo esquizofrénico donde no hay escapatoria, salvo transformando las paradojas en contradicción. Es decir, en enunciados dialécticos articulados a voluntades políticas para superarlos. En ello consiste el problema. Mientras tanto, las empresas cuyas marcas controlan el mercado seguirán patrocinando un consumo acorde con sus intereses en contra de toda perspectiva ética y humanista.
Enlace original: http://www.jornada.unam.mx/2009/09/12/index.php?section=opinion&article=024a1mun

Noam Chomsky habla del neoliberalismo


Insta a desmantelar el edificio de ilusiones que se vende como democracia de libre mercado
Según Noam Chomsky el neoliberalismo es la raíz común de las crisis actuales

David Brooks
La Jornada


Deplora que casi todos se refieran a los problemas financieros y pocos a la hambruna mundial. ¿Por qué no ocupar una planta para producir transporte masivo?, cuestiona en referencia a GM.
Cuando se habla de la crisis, casi todos se refieren a la financiera, ya que afecta directamente a los ricos, pero la crisis de los mil millones de seres humanos que enfrentan hambruna –entre ellos unos 40 millones en Estados Unidos– no es la de mayor prioridad, porque todos los aquejados son pobres, afirmó Noam Chomsky.
Con voz tranquila, Chomsky cuidadosamente devastó los mitos del llamado libre mercado, y documentó de manera sintética las múltiples crisis –la financiera y económica, la del militarismo, la del medio ambiente y la alimentaria, entre otras– y sus hilos en común, construyendo una radiografía de un sistema que se enmascara como democracia, pero que al fin tiene el objetivo de socializar costos y privatizar ganancias y defender el privilegio de la cada vez más reducida minoría rica, con consecuencias cada vez más siniestras para las mayorías y el propio planeta.
Es necesario desmantelar el edificio de ilusiones que se vende como democracia de libre mercado para que el ser humano sobreviva, y para hacerlo se requiere un enfrentamiento con el modelo que busca proteger los intereses de la minoría de la opulencia contra las mayorías, aseveró.
El pueblo paga los costos
Chomsky habló el pasado viernes, ante unas mil 500 personas, desde el podio famoso de la iglesia Riverside –el mismo en que Martin Luther King Jr ofreció su histórico discurso de 1967 contra la guerra de Vietnam y el sistema imperial estadunidense, donde también se ha escuchado a Nelson Mandela, y más recientemente a Arundhati Roy–, en un acto organizado por el Brecht Forum, centro independiente de estudios de izquierda.
Las crisis de hoy están entretejidas de varias maneras, dijo, y algunas son de mayor prioridad que otras, por la simple razón expresada por Adam Smith de que los principales arquitectos de las políticas aseguran que sus propios intereses son los que imperan, sin importar los costos.
Y Chomsky, como siempre, ofreció ejemplo tras ejemplo, documentando la historia. Habló de la historia de Haití, desde los franceses y la invasión estadunidense de Woodrow Wilson, hasta el manejo que hizo Washimgton del desafío de Jean Bertrand Aristide, tanto por el republicano George Bush (padre) como por el demócrata Bill Clinton, imponiendo el modelo neoliberal, con el resultado inevitable de destruir la soberanía económica de ese país, el cual ahora está en las primeras filas de la crisis alimentaria.
Esa historia es muy parecida por todo el mundo, agregó, señalando a Bangladesh y decenas de ejemplos más.
La raíz común de las crisis de hoy en el Sur y el Norte es el giro hacia el neoliberalismo que se da en los años setenta, declaró. Eso marcó el fin del crecimiento sostenido de la era de posguerra, conocido como la edad de oro del capitalismo, con su estado de bienestar y sus incrementos en niveles de ingreso y derechos, lo que fue un capitalismo de Estado.
Hoy día, el libre flujo del capital crea un Senado virtual que realiza un referendo instantáneo que vota en contra de intentos de beneficiar a las mayorías a costa de sus intereses.
Ahora, con la crisis actual que afecta a los ricos, se adopta la misma estrategia de siempre: la población paga los costos y asume el riesgo, mientras las ganancias son privatizadas.
Desde el púlpito de la iglesia Riverside de Nueva York, Noam Chomsky dijo el fin de semana que ante las crisis existentes el sistema neoliberal protege a las minorías opulentas en detrimento de las mayorías Foto Elizabeth Coll
También se enfocó en el plano de la política exterior, indicando que Washington no desea abandonar tan rápidamente su presencia en Irak, y advirtió que el nuevo enfoque sobre Pakistán y Afganistán es un juego muy peligroso, ya que amenaza la paz mundial y la supervivencia humana, por las armas nucleares que están ahí.
Añadió que es alarmante que un asesino miembro de las fuerzas especiales de ojos enloquecidos, el general Stanley McChrystal, haya sido nombrado comandante de las fuerzas estadunidenses en Afganistán.
Por otro lado, señaló que ahora es momento clave para definir la sobrevivencia humana ante la crisis climática.
Tenemos que enfrentar tal vez lo más importante: cómo revertir el modelo corporativo-estatal establecido durante la posguerra, promovido por las empresas automotrices, petroleras y llanteras, entre otras, que ha llevado a esta crisis ambiental y otras.
En su repaso de las crisis del mundo, expresó que para imponer políticas que no reflejan el interés de las mayorías en Estados Unidos y en otros países, se recurrió menos a la fuerza que al control de la opinión pública a través de la industria de relaciones públicas, con el fin de crear la manufactura del consenso.
Pero siempre impera, desde los inicios de esta república, la noción de proteger los intereses de la minoría opulenta contra todos los demás, con conceptos de que una minoría inteligente tiene que gobernar a una mayoría ignorante y metiche. Ahora eso es manejado por una elite tecnocrática, pero con la misma doctrina.
Resaltó la resistencia popular para enfrentar el proyecto de la elite, y subrayó que las rebeliones de los años sesenta tuvieron un efecto civilizador. Agregó que siempre se han lanzado ataques de la elite contra la democracia y que el modelo de libre mercado corporativo permanece como el obstáculo a la eficiencia y la toma racional de decisiones.
No hay razón para permanecer pasivos, comentó a su público de izquierda. ¿Por qué no ocupar una planta (en referencia a los recortes de General Motors) para convertirla en centro de producción de transporte masivo? No es un planteamiento exótico. Que los trabajadores controlen sus plantas es tan típicamente estadunidense como la tarta de manzana.
De hecho, abundó, parte del objetivo de los administradores del sistema actual es borrar toda memoria de las luchas sociales, pero advirtió que sospecha que estas tendencias siguen latentes en los de abajo y pueden ser despertadas. Éste es un momento propicio para hacerlo.
La tarea, añadió, es superar el déficit democrático y promover una sociedad democrática que funcione en realidad. Entre las claves para lograrlo identificó la renovación de los sindicatos, la lucha educativa y cultural y lo necesario para desmantelar el edificio de ilusiones por la minoría que gobierna en las llamadas democracias formales.
La crisis fundamental hoy día, resumió, es tal vez la del déficit democrático, esa brecha que existe entre los intereses de las grandes mayorías y las políticas de los gobernantes.

sábado, 12 de septiembre de 2009


Dónde está la ayuda a los pobres, si habrá escalada de aumentos: López Obrador
Chilpancingo, Guerrero
Viernes 11 de septiembre de 2009
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* Sólo provocará un mayor daño a la economía popular el paquete económico de Calderón, afirma

* Es necesario aplicar un plan de austeridad en la alta burocracia y eliminar los privilegios fiscales, exige

* El registro de 15 mil muertes violentas en la gestión calderonista es el mejor ejemplo del estadillo social en México

Andrés Manuel López Obrador afirmó que es falso que el gobierno espurio de Felipe Calderón ayudará a los pobres con su propuesta económica, si pretende aplicar impuestos a alimentos y medicamentos y aumentar los precios de las gasolinas y el diesel, así del azúcar, el aceite, la carne de res y otros productos de consumo básico.

“Es más que un huracán” el paquete fiscal del gobierno usurpador y es necesario evitar que se dañe más al pueblo de México, subrayó al informar que el Movimiento en Defensa de la Economía Popular presentará el 21 de septiembre una propuesta alterna de Ley de Egresos y de Presupuesto de Egresos para 2010.

En entrevista a su llegada a la reunión con los integrantes de los Comités Municipales del Gobierno Legítimo de México en esta entidad, adelantó que dicha iniciativa ni propondrá aumentos a impuestos, ni la creación de nuevos gravámenes, tampoco a los precios de las gasolinas, el diesel, la energía eléctrica y el gas.

Destacó que el Movimiento destacará la necesidad de iniciar una política de austeridad republicana, que consiste en reducir el costo del gobierno al pueblo, a partir de bajar los exorbitantes sueldos de los altos funcionarios y eliminar las pensiones a los ex presidentes, con lo que se ahorrarán alrededor de 200 mil millones de pesos anuales.

La segunda propuesta, señaló, es que se lleve a cabo una reforma fiscal sencilla y progresiva, es decir, que “pague más el que tiene más”, porque los altos funcionarios, banqueros y grandes empresarios no pagan impuestos.

Nuevamente convocó al gobierno espurio para que informe los montos que pagan de impuestos las empresas más importantes del país, porque “nosotros tenemos información de que Telmex, Walmart, Coca-cola, Banamex y las principales televisoras no pagan impuestos o se los devuelven cuando llegar a pagarlos”.

Afirmó que los legisladores del PRI y el PAN están determinados a aprobar la iniciativa del gobierno usurpador de aplicar 2 por ciento a bienes y servicios, así como el aumento a los impuestos, porque ya hubo un acuerdo entre el achichincle de Carlos Salinas y coordinador de la fracción del PRI en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas, y el presidente pelele, Felipe Calderón.

Al pedir los medios de comunicación su opinión sobre quienes dicen que se podrían registrar estallidos sociales en México por la crisis económica del país, López Obrador expresó que ya hay estallidos sociales, como el registro de 15 mil asesinatos en lo que va de la administración calderonista.

“La violencia ya se desató en el país y es fruto podrido de la política antipopular y entreguista que se viene aplicando desde hace más de 26 años”, comentó.

Sobre el apoyo del gobernador guerrerense, Seferino Torreblanca, a la propuesta económica del gobierno calderonista, manifestó: “Yo nada más digo que es injusto que le estén pasando toda la carga de la crisis económica a la mayoría de los mexicanos, incluyo no solo a los pobres, sino a las clases medias, así como al sector productivo”.

También dejó en claro que no apoyará al candidato al gobierno estatal del PRD, PT y Convergencia si establece una alianza con Acción Nacional o con Nueva Alianza, éste último propiedad de la lideresa sindical Elba Esther Gordillo.

“No podemos ir con un partido que nos robó la Presidencia en el 2006”, puntualizó.

Tanto en la reunión con los integrantes de los Comités Municipales del Gobierno Legítimo de México como en entrevista, lamentó el asesinato del líder del Congreso estatal, Armando Echavarría.

Se trata de “un crimen reprobable”, aseguró y demandó de las autoridades estatales el pronto esclarecimiento de los hechos y castigo conforme a la ley a los autores materiales e intelectuales del artero homicidio.

Cuando se le comentó que el jefe delegacional electo de Iztapalapa, Rafael Acosta, desconoce ahora al presidente legítimo de México y que hasta podría recibir cobijo en el PAN, mencionó que la mafia de la política está azuzando al llamado Juanito para que no cumpla su compromiso de solicitar licencia, una vez que asuma el cargo.

Luego los reporteros le expresaron que Acosta dice que no ha podido comunicarse con el presidente legítimo. Por el momento no hay oportunidad de hablar con el jefe delegacional electo, porque se encuentra en un recorrido por toda la geografía nacional, explicó.

Pero, aclaró, “yo no tengo ningún problema en hablar con Rafael Acosta y me gustaría que cumpliera con su palabra, porque yo no voy a formar parte del show de la mafia del poder”.