jueves, 3 de diciembre de 2009

Jaime Ornelas Delgado : España, aparta de mí este cáliz


España, aparta de mí este cáliz

Jaime Ornelas Delgado

En pleno otoño, España es una heladera. Madrid en cero o bajo cero; en muchas partes nieve y lluvia, esto y el frío que se extiende por la península forman un ambiente natural francamente hostil para quienes venimos del “realismo mágico” (mágico porque los europeos occidentales creen que su realidad es la única realidad posible, cualquiera otra sólo puede ser “mágica”), pero en Murcia, al sur de Madrid, rumbo al Mediterráneo, el clima es fresco y permite recorrer caminando “despacio y sin apuro”, diría Chabuca limeña, esta tranquila y bella ciudad con reminiscencias moriscas, de calles angostas y retorcidas desde donde no se ve jamás el horizonte, quizá para que no abandonemos la realidad o nos gane la terca nostalgia, imposible de resolver pero también de dejar de sentir.


Por supuesto no salieron de esta región los conquistadores de América; no, la soldadesca en busca de fortuna fue, en su mayor parte, de Extremadura, de las tierras españolas más difíciles y mezquinas para dar sus frutos. No, los conquistadores podían haber salido de Murcia, donde la gente es generosa y se brinda a la más mínima provocación. Abruma la gentileza de estos españoles, los de por acá que no terminan por abandonar las añejas costumbres de la amabilidad y el gesto afectuoso para no sentir que estas lejos de donde has dejado a los tuyos; de estos españoles que se resisten a dejar la charla en el café, que aún ceden el paso a quien camina con prisa y los automovilistas todavía detienen su auto al paso de los peatones. Estos españoles, no fueron conquistadores, pero seguro fueron capaces de defender a la República y resistir heroicamente a “los moros que trajo Franco”.


El curso que sobre el pensamiento latinoamericano sobre desarrollo económico y social he venido a impartir invitado por la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Murcia, reúne a estudiantes de varias nacionalidades, primordialmente europeos. Para la mayor parte de ellos, América Latina es una región desconocida que los sorprende conforme descubren su historia y sus afanes actuales para salir del subdesarrollo y la dependencia. Preguntan, preguntan mucho de lo que está pasando en Venezuela, más que en Bolivia o Ecuador. Ahora, preguntan menos sobre Chiapas y el EZLN que durante mucho tiempo ocupó su curiosidad y preocupaciones. México perdió centralidad, lo gris de quien (des) gobierna el país les impide a estos jóvenes apasionarse por un presente sin utopía, Y eso, de verdad, es una lástima.



Programas como Oportunidades no abaten la pobreza


Si alguien lo dice en México, de inmediato lo atacan de opositor sin propuesta; sin embargo, libre de toda sospecha opositora, el señor Ellis Juan, ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo, en el marco del foro “Por un México sin Pobreza” afirmó que: “A 12 años de la implementación del programa de apoyo social Oportunidades, el combate a la pobreza no se ha dado de manera contundente ni lo hará hasta que la economía mexicana crezca 5 por ciento”. Pues si esa es la condición, bajo el neoliberalismo la pobreza en México jamás podrá erradicarse. De ahí la necesidad de ese proyecto alternativo de nación, que nos propone construir juntos Andrés Manuel López Obrador.



¿Qué quiso decir?


Como Felipe Calderón no tiene vocero que explique lo que en muchas ocasiones dice sin sentido, mejor preguntamos: ¿qué habrá querido decir en el foro “Por un México sin pobreza”, cuando refiriéndose a su gobierno, afirmó: “Para los tres largos años que faltan...”?


Para responder al que quiso decir, escoja una de las siguientes opciones: 1) Felipe Calderón amenaza con decretar la existencia de años de mil días; 2) el señor Felipe Calderón ya no quiere queso, sino etcétera, etcétera... y 3) Nos recordó a los mexicanos que hay años que parecen siglos y esos siglos pesadillas.


Cae 3.3 por ciento el PIB nominal: el Inegi informó que el Producto Interno Bruto Nominal (PIBN) a precios de mercado, entre julio y septiembre de 2009, fue de casi 12 billones de pesos, lo que representó una reducción de 3 por ciento con relación al valor registrado en igual lapso de 2008.


El sector agrícola, ganadero, forestal, pesca y caza aportó 4 por ciento del PIBN; por su parte, las Actividades Secundarias (Minería; Electricidad, Agua y Suministro de Gas; Construcción y la Industria Manufacturera), aportaron el 34 por ciento del PIBN; en cuanto a las actividades terciarias, aportaron el 62 por ciento del PIBN total.


Crece, así, la importancia de lo servicios, disminuye la de la manufactura y se hace insignificante el valor producido en el sector agropecuario. ¿Será que estamos ya en una economía de esas que llaman parasitaria?

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