martes, 5 de enero de 2010

JAIME ORNELAS DELGADO : Al finalizar el año


TENDAJÓN MIXTO
Al finalizar el año

JAIME ORNELAS DELGADO

NO SE METAN...

Es difícil entender al señor Norberto Rivera Carrera, cardenal de la iglesia católica, cuando defiende el matrimonio tradicional que, según él, tiene los “valores fundamentales que pertenecen al patrimonio común de la humanidad”. Si de verdad eso lo creyera el cardenal tendría, por lo menos, un matrimonio así, y sin embargo ha renunciado de por vida a tantos “valores fundamentales” como dice tiene ese tipo de unión.

La ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo y la posibilidad de adopción de niños por este tipo de uniones, aprobada recientemente en el Distrito Federal, ha desatado un falso debate; en tanto la iglesia católica, si bien puede prohibir esos matrimonios y no realizarlos a su interior e, incluso, pude imponer castigos que no violen la ley civil, es decir, puede excomulgar o expulsar de su seno a los posibles cónyuges pertenecientes a ese rito y hasta decidir echarles agua bendita a los infractores, no puede imponer sus reglas a la sociedad civil. Es decir, ni la iglesia católica ni ninguna otra tiene capacidad para impedir que los ciudadanos se casen apegándose a la ley. El matrimonio, entiendo, es un contrato civil, en consecuencia puede realizarse, si así lo desean, entre personas de igual o distinto sexo, nada en la Constitución Política lo impide, la voluntad de las partes es suficiente.

Es un falso debate, entonces, plantear en un Estado laico si la iglesia permite o no el matrimonio civil entre personas del mismo sexo. Simplemente no es asunto de su incumbencia, sino exclusivamente de quienes deciden llevarlo a cabo y cumplen los requisitos impuestos por la propia ley.

Finalmente, el hecho, me parece, tiene un significado más simbólico que real. En estos tiempos, cuando los propios heterosexuales ya no se quieren casar y se habla en todos los tonos de los infortunios de la vida matrimonial o ahora que las uniones conyugales duran, tanto como los amores eternos, menos que un cubo de hielo en un jaibol, se les autoriza a los homosexuales a realizarlo. Un poco tarde, quizá, la reivindicación, pero justicia al fin que corrige una discriminación inaceptable y la justicia siempre será bienvenida, a pesar de las mentes retrogradas que acechan al Estado laico.

APAGÓN

Me tocó pasar la cena de Noche Buena en una zona del estado de México que era atendida por la LFC. Todo transcurrió normalmente, si normal se puede llamar al apagón que ocurrió en plena celebración. Los anfitriones explicaron que para ellos se ha vuelto cotidiana la interrupción del suministro de energía en cualquier momento y a toda hora; además, decían, hasta el momento no llegan los recibos y el desempleo en la zona se agudiza. Es el caso del propietario de un pequeño restaurante que atendía a los electricistas de una subestación localizada en esa zona y que, supongo, por falta de personal no se ha podido echar a andar. Buena parte de sus clientes desparecieron y los que quedaron son insuficientes para seguir operando, por tanto tuvo que cerrar despidiendo a tres empleados que, con el propietario, se suman a los 44 mil miembros del SME lanzados al desempleo por Calderón y Alarcón. Ese ejemplo es uno de los muchos efectos que ha tenido sobre el empleo indirecto el cierre absurdo de la LFC.

La subestación languidece, los trabajadores tienen un campamento en sus puertas y acuden a la solidaridad de los transeúntes y mantienen viva la esperanza de que su lucha no será en vano.

Nosotros, como ellos, estamos seguros de la victoria final. Pero como esas victorias no las regala nadie y no basta tener razón para triunfar, habrá de sostenerse la resistencia civil pacífica, hoy más que nunca justificada por la vesania de un régimen que sólo encuentra apoyo en los dos pilares tradicionales del conservadurismo: las fuerzas públicas y la jerarquía eclesiástica. Y ambos son vulnerables ante la acción de la sociedad organizada.

BUEN AÑO...

Para quienes la vida es lucha constante, 2010 es un año donde habrán de realizarse nuevos y más intensos combates por la democracia, donde cada uno tiene una trinchera para enfrentar los retos que ofrece la transformación de México. En esos combates habremos de encontrarnos.

En 2010, los latinoamericanos sabrán encontrar los caminos de su liberación definitivas y los mexicanos habrán de volver a formar parte de ese ejército de liberación de América Latina, hoy encabezado por Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, El Salvador y Nicaragua, donde los pueblos han sabido sortear las amenazas imperialistas y labran un mejor futuro.

BIENVENIDO EL 2010


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